Medidas de los bancos centrales para aliviar la escasez de financiación en divisas

BIS Quarterly Review  | 
15 de diciembre de 2008

(Texto extraído de las páginas 25-27 de la Presentación General del Informe Trimestral del BPI, diciembre de 2008)

Lo que comenzó siendo principalmente un problema de liquidez en dólares estadounidenses para bancos europeos acabó generalizándose a otras regiones en septiembre de 2008. El mayor recurso a los mercados monetarios en la segunda quincena de septiembre y principios de octubre dificultó extraordinariamente el acceso a la financiación en dólares estadounidenses con y sin activos de garantía. Los bancos de economías emergentes, que hasta entonces habían sorteado relativamente bien las tensiones en los mercados monetarios en dólares, también se vieron afectados por la escasez de fondos. Además, no sólo escaseaba la financiación en dólares, sino que algunas entidades financieras con pasivos en divisas como el euro o el franco suizo también sufrieron problemas de financiación similares.

Conforme ha ido generalizándose la escasez de divisas, los bancos centrales de numerosos países han ido tomando cartas en el asunto. Básicamente, los bancos centrales pueden proporcionar moneda extranjera a sus contrapartes de tres maneras distintas: recurriendo a sus reservas de divisas, utilizando divisas tomadas en préstamo en los mercados, o tomándolas prestadas de otro banco central (incluido el de emisión)1. Aunque estas tres opciones ya se han utilizado en el pasado, la primera y la última han sido las más empleadas durante la reciente crisis financierad. En concreto, obtener moneda extranjera de otros bancos centrales a través de swaps o préstamos respaldados por activos puede ser recomendable cuando las reservas en dicha moneda son insuficientes o simplemente no se desea utilizarlas, o cuando se teme que la venta de activos de reserva menos líquidos agrave la situación en el mercado. Asimismo, los acontecimientos recientes han demostrado que las operaciones entre bancos centrales también responden al deseo de atajar el problema mediante la cooperación, como alternativa o complemento a la utilización de las reservas propias de divisas.

Líneas de swaps y préstamos garantizados entre bancos centrales

Durante el periodo analizado, las líneas de swaps entre bancos centrales han recibido considerable atención, especialmente aquellas con la Reserva Federal3, no sólo porque el dólar haya estado en el epicentro de la crisis, sino también porque estas facilidades han aumentado considerablemente su volumen y alcance en el último año (véase el cuadro de la página siguiente). Entre diciembre de 2007 y mediados de septiembre de 2008, sólo el BCE y el Banco Nacional de Suiza (SNB) habían utilizado líneas de swap con la Fed para proporcionar dólares a sus contrapartes, como complemento de la Term Auction Facility (TAF). Estas dos líneas transatlánticas fueron ampliándose para posibilitar operaciones en dólares cada vez más voluminosas. A mediados de septiembre, conforme se intensificaba y ampliaba la escasez de dólares, las líneas de la Reserva Federal aumentaron en número (de dos a 14), cobertura horaria y geográfica (de uno a cinco continentes) y tamaño. Para mediados de octubre, ya se habían eliminado los topes máximos con el SNB, el BCE, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón, para que pudieran cubrir por completo sus necesidades de dólares a tasas de interés fijas. También se amplió la gama de operaciones que ofrecían los bancos centrales participantes, que pasó de ser principalmente a largo plazo (entre uno y tres meses) a incluir operaciones a una semana e incluso durante algún tiempo también intradía4, y de consistir principalmente en repos y préstamos garantizados a incluir swaps de divisas.

También se han creado mecanismos en euros y francos suizos, aunque a escala más regional. En mayo de 2008, los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca anunciaron un acuerdo para intercambiar euros por coronas islandesas con el Banco Central de Islandia. En octubre, el BCE y el SNB concertaron una línea de swaps en francos suizos para la zona del euro, especialmente destinada a bancos pequeños que no gozaban de acceso directo a las operaciones de mercado del SNB. Ese mismo mes, el BCE abrió una línea de swaps con el Banco Nacional de Dinamarca para ayudarle a mejorar la liquidez en euros a corto plazo en sus mercados y se comprometió a proporcionar euros al Magyar Nemzeti Bank de Hungría a través de repos. En noviembre, el SNB y el BCE firmaron sendos acuerdos para canalizar francos suizos y euros respectivamente hacia el Banco Nacional de Polonia.

Algunos de estos acuerdos, pese a anunciarse públicamente, aún no han sido utilizados, lo que indicaría que se crearon más como medida de precaución y de respaldo que por la necesidad inmediata de financiación externa.

Utilización de las reservas de divisas

Los bancos centrales también han recurrido a sus propias reservas para aliviar la escasez de divisas en los mercados. Desde que comenzara la fase más aguda de la convulsión financiera a mediados de 2008, la mayoría de los bancos centrales de los países emergentes ha llevado a cabo ventas directas de sus reservas para cubrir las necesidades de los mercados locales y para aliviar la presión sobre el tipo de cambio5. Asimismo, algunos bancos centrales han optado por ofrecer parte de sus reservas a través de repos, como por ejemplo Brasil y Filipinas. Otro método empleado han sido los swaps de divisas. Para aquellos bancos centrales en los que estos swaps forman parte de su operativa habitual en el mercado monetario, como es el caso de Australia, este método no supone una novedad y no es necesario crear ningún instrumento nuevo. Otros bancos centrales (Corea e Indonesia) han tenido que modificar sus facilidades actuales de swaps de divisas (por ejemplo ampliando la gama de contrapartidas admisibles o los plazos de las operaciones) para distribuir las divisas de forma más eficiente y flexible. Algunos han creado nuevas líneas de swaps (Brasil, Chile y Polonia) o han anunciado su disposición a crearlas cuando sea necesario (Hong Kong RAE). Por último, algunos bancos centrales también se han mostrado dispuestos a realizar swaps de divisas desde ambos lados de la operación (Hungría), aliviando así el riesgo de crédito de contraparte.


1 En algunos casos, estos préstamos pueden ir acompañados de otros programas oficiales de ayuda financiera, como por ejemplo los del FMI.
2 Además de inyectar divisas, el banco central también puede modificar el nivel de reservas obligatorias para mejorar la disponibilidad de moneda extranjera en el sistema financiero.
3 Las líneas de swaps no constituyen ninguna novedad, aunque tradicionalmente se han utilizado para intervenir en los mercados de divisas y no tanto para resolver problemas de liquidez en moneda extranjera.
4 Las subastas diarias de dólares a un día celebradas por el BCE, el SNB y el Banco de Inglaterra entre mediados de septiembre y mediados de noviembre de 2008 (de octubre en el caso del BCE) tenían por objetivo aliviar la escasez de dólares al comienzo de la jornada en los mercados europeos.
5 Al bloquearse los canales tradicionales de financiación en dólares (préstamos y el mercado de swaps de divisas), muchos bancos habrían decidido comprar dólares en los mercados de contado, provocando marcadas depreciaciones en la moneda local.