76º Informe Anual 2005/06

BIS Annual Economic Report  | 
26 de junio de 2006
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El 76º Informe Anual del Banco de Pagos Internacionales, correspondiente al ejercicio financiero que se abrió el 1 de abril de 2005 y se cerró el 31 de marzo de 2006, fue presentado a la Asamblea General Anual del Banco de Pagos Internacionales reunida en Basilea el 26 de junio de 2006.

76º Informe Anual por capítulos:

El pasado año, el crecimiento mundial volvió a ser muy vigoroso a pesar del aumento de los precios de la energía y otras materias primas. Además, la inflación subyacente se mantuvo en general en niveles reducidos, incluso cuando aumentó la inflación general. Sin embargo, conforme avanzaba el año empezó a acrecentarse el temor a futuras presiones inflacionistas. También comenzó a notarse preocupación por los crecientes desequilibrios de la economía mundial, en especial por los reducidos niveles de ahorro en Estados Unidos y la elevada inversión en China, así como por los desequilibrios récord por cuenta corriente. En este contexto, la política monetaria se endureció en varios países industrializados. Los mercados financieros siguieron reflejando en su mayoría una actitud muy optimista de cara al futuro, especialmente en el caso de las economías de mercado emergentes, aunque a mediados de mayo de 2006 se observó mayor incertidumbre y volatilidad. También el dólar, cuya prolongada tendencia a la baja quedó interrumpida en 2005 ante el nivel relativamente alto de los tipos de interés oficiales en Estados Unidos, comenzó a debilitarse de forma más señalada. More...
La economía mundial creció con intensidad en 2005 mientras la inflación permaneció contenida, superando así las previsiones optimistas de principios de año ajena a los contratiempos que generaron los cambios en el entorno macroeconómico. En primer lugar, apenas se dejaron sentir presiones inflacionistas, a pesar del encarecimiento adicional de las materias primas después de tres años consecutivos de vigoroso crecimiento mundial. Segundo, la economía estadounidense conservó una notable fortaleza, pese al incremento del precio de la energía y las perturbaciones provocadas por los huracanes. En tercer lugar, las condiciones de financiación a escala internacional siguieron respaldando el crecimiento, no obstante la supresión gradual del tono acomodaticio de la política monetaria en Estados Unidos y, aunque en fase menos avanzada, en la zona del euro. Por último, a pesar del abultado e imprevisto deterioro de la balanza por cuenta corriente de Estados Unidos en 2005, reinó la tranquilidad en los mercados financieros. More...
Las economías de mercado emergentes siguieron consolidando su expansión en el periodo analizado. En muchos países, el fuerte crecimiento estuvo acompañado por el aumento del valor de las exportaciones y por grandes superávits por cuenta corriente. La carga financiera de la deuda externa disminuyó, continuó la acumulación de reservas de divisas, mejoraron las cuentas públicas y se reforzaron los balances. En parte debido a estos factores, la confianza de los inversionistas y los consumidores se mantuvo firme y el crecimiento se mostró especialmente resistente pese al encarecimiento del petróleo, incluso en países importadores de crudo. More...
En el período examinado, la política monetaria en los países del G-3 se mantuvo en general acomodaticia, aunque fue adoptando un tono claramente más firme. Ante las señales de presiones al alza sobre los precios, la Reserva Federal continuó endureciendo su política encadenando subidas de tipos de interés. El BCE comenzó a subir el tipo de interés oficial al superarse su objetivo de inflación general y cobrar impulso la actividad económica; además, la evolución de los agregados monetarios y crediticios y del precio de los activos hizo temer por la estabilidad de precios a más largo plazo. Al remitir las presiones deflacionarias, el Banco de Japón anunció el fin de su política monetaria atípica de relajación cuantitativa, aunque en principio mantuvo en cero el tipo de interés oficial. También adoptó un nuevo marco para su política basado en una "perspectiva doble", distinguiendo entre riesgos a corto y a largo plazo para la estabilidad de precios. En economías industrializadas más pequeñas con objetivos de inflación explícitos, las políticas aplicadas fueron más variadas, optando los bancos centrales en su mayoría por medidas restrictivas. Los acontecimientos externos fueron de nuevo clave en la conformación del entorno de las políticas. Los elevados precios del petróleo y de otras materias primas suscitaron inquietud por los eventuales efectos inflacionistas de segunda ronda, al tiempo que el bajo coste de los bienes de consumo importados hacía prever que la inflación subyacente se mantendría por debajo del objetivo. More...
La amplia apreciación del dólar estadounidense, la estabilidad del euro y la tendencia generalizada del yen a la baja fueron las características más destacadas en los mercados de divisas durante gran parte de 2005. Desde principios de diciembre, sin embargo, la tendencia alcista del dólar se invirtió. Al igual que en años precedentes, tres fueron los factores principales que condicionaron la evolución de los tipos de cambio durante el periodo analizado: uno, los diferenciales de tipos de interés; dos, el déficit por cuenta corriente y la creciente posición deudora neta de Estados Unidos frente al exterior; y, tres, la incesante acumulación de reservas en China, que limitó la depreciación del dólar frente al renminbi. A diferencia de años anteriores, el incremento de las reservas se desaceleró en otros países asiáticos con economías de mercado emergentes. La revisión de la política cambiaria china en julio de 2005 despertó gran interés, pero a mediados de mayo de 2006 sus efectos sobre los mercados de divisas eran todavía escasos. More...
Los mercados financieros mundiales operaron durante gran parte del pasado año en un entorno de tranquilidad y condiciones favorables, reflejo de la sorprendente fortaleza de la economía mundial y la persistente abundancia de liquidez. Hasta finales de 2005, el aplanamiento de las curvas de rendimientos en Estados Unidos y la zona del euro parecía explicarse por las menores primas por plazo (esto es, por el estrechamiento del diferencial entre los tipos de interés a plazo y la senda de tipos de interés a corto plazo prevista para vencimientos largos). Desde principios de 2006, las previsiones de endurecimiento adicional de la política monetaria ante el mayor crecimiento económico y las presiones inflacionistas se tradujeron en un incremento de las rentabilidades a largo plazo. Sin embargo, su impacto en los precios de otros activos sólo se puso de manifiesto a partir de mediados de mayo, coincidiendo con un aumento de la volatilidad y fuertes caídas en los mercados de deuda de economías emergentes. More...
En el ejercicio analizado, las instituciones financieras obtuvieron excelentes resultados en los países industrializados avanzados. Las entidades bancarias siguieron cosechando los beneficios de las reducciones de costes acometidas en los últimos años, de la continuidad de un entorno favorable a la actividad crediticia y de los satisfactorios volúmenes de negocio en la banca comercial minorista, que contribuyeron a mejorar sus beneficios a pesar de la compresión adicional que sufrieron sus márgenes financieros. Las aseguradoras del ramo de vida reforzaron su solvencia, al tiempo que el sector de seguros de responsabilidad civil y accidente se sobrepuso sin gran problema a un año de excepcional siniestralidad. La actividad de los fondos de capital inversión (private equity funds) conoció un auge de la mano de una intensa captación de fondos y del recurso al endeudamiento para financiar operaciones de compra apalancada de empresas. Por su parte, los fondos de cobertura o inversión libre (hedge funds) experimentaron una desaceleración en nuevas suscripciones al resentirse su rentabilidad. More...
De cara al próximo ejercicio, lo ideal sería que se mantuviese el intenso crecimiento no inflacionario. Sin embargo, las incertidumbres y los riesgos asociados son considerables, sobre todo por lo que respecta a las presiones inflacionistas y a una eventual corrección de los desequilibrios económicos y financieros acumulados. De materializarse esta situación, podríamos asistir a un episodio de turbulencia en los mercados financieros o a un largo periodo de crecimiento mundial relativamente más lento, o incluso a ambas cosas. Por fortuna, pueden proponerse políticas que permitirían reducir sustancialmente estos riesgos. Si bien la fase actual de endurecimiento monetario parece perfectamente justificada, la posible interacción entre tipos de interés más altos y desequilibrios financieros exige atenta consideración, tanto más en un contexto de globalización y cambios en los precios relativos que, en todo caso, ha hecho más difícil calibrar el grado de endurecimiento que efectivamente se requiere. La carga que ahora soporta la política monetaria y sus correspondientes riesgos podrían reducirse aplicando simultáneamente una política fiscal contractiva, en particular en países como Estados Unidos con un abultado déficit por cuenta corriente. Dicha conjunción también ayudaría a reducir el riesgo de fluctuaciones cambiarias desordenadas, al igual que lo harían reformas estructurales destinadas a facilitar en varios países ajustes internos entre sus sectores comerciables y no comerciables. More...
Este capítulo resume la contribución del BPI a la cooperación internacional en pos de una mayor estabilidad monetaria y financiera. En él se describe el marco institucional en el que se acomete esta cooperación y se destacan actividades realizadas durante el pasado año. More...