El BPI presenta su 76º Informe Anual en la Asamblea General Anual
"Resistencia ante las crecientes tensiones", así es como describe el Banco de Pagos Internacionales (BPI) la evolución más reciente de la economía mundial y el sistema financiero internacional en su 76º Informe Anual publicado hoy.
A lo largo del pasado año, la economía mundial ha cobrado impulso en un entorno de preocupación por las crecientes presiones inflacionistas, lo que ha llevado a modificar la orientación de políticas que hasta ahora habían permitido condiciones monetarias extremadamente laxas en todo el mundo. Así, en Estados Unidos y Europa ha seguido endureciéndose la política monetaria, Japón ha puesto fin a su "relajación cuantitativa" y China ha anunciado cambios en su régimen cambiario. La nota positiva ha sido que, al menos hasta finales de mayo de 2006, estos cambios no han ido acompañados de tensiones generalizadas en los mercados financieros mundiales, pese al reciente incremento de la volatilidad y a la marcada caída de los precios de algunos activos.
Jean-Pierre Roth, Presidente del Consejo de Administración del BPI, presidió la Asamblea General Anual del Banco celebrada hoy en Basilea (Suiza), a la que asistieron representantes de más de 120 bancos centrales e instituciones internacionales.
En la presentación del Informe Anual, Malcolm Knight, Director General del BPI, comentó que "las incertidumbres en torno a la inflación y a los precios de los activos implican que, en la situación actual, los bancos centrales deben mostrarse especialmente alerta frente a las amenazas que se ciernen sobre la estabilidad de precios a medio plazo". Asimismo, añadió que los Gobiernos también deben adoptar medidas para asegurar en los próximos años un crecimiento constante y no inflacionista, así como sostenibilidad fiscal. Sería deseable cierta contención presupuestaria, en especial en países con grandes déficits por cuenta corriente. También serían útiles reformas estructurales que facilitaran el ajuste interno entre los sectores comerciables y no comerciables en la mayoría de los países grandes.
A finales de marzo de 2006, el balance del BPI era de 220.100 millones de DEG (317.000 millones de USD). En el Banco hay depositadas reservas oficiales de divisas por un valor cercano a los 270.000 millones de USD, lo que representa en torno al 6% del total mundial. Asimismo, el Banco registró el pasado ejercicio financiero un beneficio neto de 599,2 millones de DEG (864 millones de USD). Los bancos centrales que son accionistas del BPI percibirán un dividendo íntegro de 245 DEG por acción, un 4,2% más que en el ejercicio precedente.