Volatilidad interbancaria en China

BIS Quarterly Review  |  September 2013  | 
4 de octubre de 2013

(Fragmento de las páginas 13-14 de la sección "Los mercados precipitan un endurecimiento" del Informe Trimestral del BPI, septiembre de 2013)

El mercado interbancario chino experimentó un serio déficit de liquidez en junio. Esta escasez de liquidez comenzó en mayo, con una subida gradual hasta el 5% de las tasas repo de referencia a un día y a siete días, tras haber permanecido en el intervalo 2%-3% durante los primeros meses de este año (Gráfico A, panel izquierdo). Estas tasas subieron luego por encima del 10% a mediados de junio, escalando a máximos récord del 25% y 30% el 20 de junio, antes de relajarse hasta situarse en un intervalo aún elevado del 5%-8% el 25 de junio de 2013. Mientras tanto, la tasa de interés interbancaria de oferta de Shanghai (Shibor) también repuntaba. La escasez de liquidez indujo asimismo fuertes oscilaciones intradiarias de las tasas de interés. El mayor intervalo máximo-mínimo diario de la tasa repo a siete días fue de 2 329 puntos básicos el 20 de junio, frente a un promedio de 154 puntos básicos durante los cinco primeros meses de 2013.

Como resultado, la actividad interbancaria se redujo significativamente. El crédito interbancario cayó más de un 60% entre mayo y junio, hasta 1,6 billones de renminbi (Gráfico A, panel central). En julio y agosto, el volumen de crédito interbancario repuntó hasta unos 2,4 billones de renminbi, aunque situándose aún muy por debajo del promedio mensual de 3,8 billones de renminbi en los cinco primeros meses del presente año y de 3,9 billones de renminbi en 2012.

Es probable que factores de oferta y demanda hayan contribuido al endurecimiento de las condiciones de financiación en el mercado interbancario. Por el lado de la oferta, a finales de mayo comenzó una notable desaceleración de las entradas de dólares estadounidenses, lo que conllevó una intervención mucho menor en el mercado de divisas, con la consiguiente reducción de las conversiones en renminbi. Esto obedeció a factores tanto locales como mundiales, incluidos unos menores excedentes comerciales (en parte debido a las enérgicas medidas aplicadas para prevenir la sobrefacturación de exportaciones), el endurecimiento de la normativa sobre el crédito interno en dólares estadounidenses, un desfavorable clima de confianza en las perspectivas de crecimiento de China y un aumento de la aversión al riesgo mundial en el marco de una creciente especulación sobre la reducción de las compras de activos en Estados Unidos. Por el lado de la demanda, el aumento de los coeficientes de reservas obligatorias de los bancos derivado de una normativa más estricta sobre «productos de gestión de patrimonios» y las mayores necesidades de financiación debido a unas reducidas renovaciones de estos productos acentuaron la demanda estacional de liquidez, agravando las tensiones en el mercado. El Banco Popular de China (PBoC) no compensó inicialmente la creciente demanda en el mercado interbancario, permitiendo en la práctica el endurecimiento de las condiciones de financiación. Algunos participantes en los mercados interpretaron esta decisión como un intento del PBoC por controlar el crecimiento del crédito al sistema bancario paralelo. Existió incluso cierta especulación en el mercado respecto a que el PBoC estaba señalando un endurecimiento monetario. Todas estas interpretaciones contribuyeron a que los bancos adoptasen una política crediticia más prudente y a la resultante escasez de liquidez.

El mercado se calmó cuando posteriormente el PBoC suministró más liquidez y comunicó convincentemente su determinación de estabilizar los mercados. El 24 de junio, el banco central comunicó su valoración de que las condiciones generales de liquidez eran adecuadas, aun reconociendo las dificultades de los bancos para gestionar la liquidez en tal coyuntura.

El 25 de junio, el PBoC anunció su intención de «hacer un uso activo de las operaciones de mercado abierto, refinanciación, operaciones de liquidez a corto plazo y facilidades permanentes para regular la liquidez interbancaria, limitar la volatilidad atípica, estabilizar las expectativas del mercado y mantener la estabilidad del mercado monetario». Aunque las inyecciones de liquidez mediante operaciones de mercado abierto no aumentaron significativamente (Gráfico A, panel derecho), el banco central suministró liquidez de forma bilateral a las instituciones financieras que cumplían los criterios macroprudenciales pero necesitaban aportes de liquidez a corto plazo. Asimismo, se instó a los principales bancos comerciales y a los bancos de financiación de proyectos gubernamentales con excedentes de liquidez a prestarlos en el mercado interbancario.