Se evapora el optimismo

BIS Quarterly Review  | 
4 de junio de 2012

Durante los últimos tres meses, los mercados financieros trasladaron su atención de la esperanza de recuperación económica mundial a la preocupación por Europa. La confianza de los inversores mejoró sustancialmente tras las operaciones de refinanciación a largo plazo del BCE. Las esperanzas de una recuperación económica sostenida cobraron fuerza con las buenas noticias de Estados Unidos y el sólido crecimiento de los mercados emergentes, impulsando al alza los mercados de renta variable y de materias primas. Los diferenciales de rendimiento se estrecharon considerablemente para los bancos y determinados soberanos de la zona del euro, y aumentaron las entradas de capital en los mercados emergentes.

Sin embargo, hacia finales de mayo el optimismo dio paso a las dudas sobre el crecimiento económico europeo, la salud financiera de los soberanos y bancos de la zona del euro, los efectos de la consolidación fiscal sobre el crecimiento y la estabilidad política dentro de la zona del euro. Todo ello, junto a las señales de un crecimiento más frágil en Estados Unidos y China, inquietó a los inversores y elevó la volatilidad de los mercados financieros internacionales.