Pruebas de resistencia bancaria en la UE: buenas para la transparencia

(Texto extraído de las página 4 del Informe Trimestral del BPI, septiembre de 2010)

Las pruebas de resistencia de los bancos de la UE se diseñaron para evaluar la flexibilidad del sistema bancario de la UE ante una serie de perturbaciones adversas sobre la economía y los mercados financieros. Las pruebas fueron realizadas por el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS), la Comisión Europea y los supervisores nacionales e incluyeron a 91 bancos de 20 Estados miembros de la UE que representaban en torno al 65% de los activos bancarios de la UE y al menos el 50% de los activos en el respectivo Estado miembro. La mayor cobertura se registró en España, con la participación de 27 bancos que representaban casi el 100% de los activos bancarios del país. Los resultados, tanto para el agregado de la UE como para cada grupo bancario individual, se publicaron el viernes 23 de julio tras el cierre de los mercados de valores europeos. Ese mismo día, el regulador bancario suizo FINMA anunció también que los dos mayores bancos suizos habían superado sus pruebas de resistencia.

Las pruebas de los bancos de la UE analizaron tres escenarios macroeconómicos para un periodo de dos años hasta diciembre de 2011: (i) un escenario de referencia bajo las perspectivas económicas de la UE con un crecimiento del PIB del 1% en 2010 y del 1,7% en 2011; (ii) un escenario adverso donde el PIB se sitúa un 3% por debajo de las previsiones de la UE durante el periodo de dos años; y (iii) el escenario adverso junto con una perturbación soberana. Dicha perturbación se modeló como un desplazamiento al alza de la curva de rendimientos de la deuda pública en todos los países de la UE, con subidas adicionales -en función del país- de los rendimientos de la deuda pública a largo plazo. Para cada escenario, las autoridades aportaron un conjunto común de variables macroeconómicas correspondientes a cada Estado miembro de la UE, Estados Unidos y el resto del mundo. Para superar la prueba, los bancos debían mantener un coeficiente de capital de Nivel 1 de al menos el 6% en cada uno de los escenarios (frente al mínimo regulador del 4%).

La mayoría de los bancos superaron con facilidad las pruebas de resistencia, con una caída del coeficiente de capital de Nivel 1 para el agregado de la UE desde el 10,3% a finales de 2009 hasta el 9,2% a finales de 2011 en el escenario más riguroso. En este escenario, las pérdidas agregadas por deterioro de la cartera crediticia ascendían a 473.000 millones de euros durante los dos años, las pérdidas en la cartera de negociación representaban 26.000 millones de euros y la perturbación soberana añadía otros 67.000 millones de pérdidas. El resultado de operación esperado del sector bancario durante ese horizonte de de dos años prácticamente compensaba esas pérdidas.

Siete bancos no alcanzaron el coeficiente de capital de Nivel 1 del 6% y, en conjunto, debían captar unos 3.500 millones de euros de capital adicional. Otros 20 bancos mantuvieron coeficientes de capital comprendidos entre el 6% y el 7%. Los bancos con déficits de capital fueron cinco Cajas de Ahorro españolas (con necesidades de 1.800 millones de euros), el Hypo Real Estate de Alemania (1.200 millones de euros) y el Banco Agrícola de Grecia (200 millones de euros). Las autoridades están trabajando con estos bancos para aumentar sus coeficientes de capital o proceder a su reestructuración. Con anterioridad a la publicación de los resultados de las pruebas, algunos países ya habían establecido facilidades de respaldo, mientras que en otras economías las autoridades han anunciado la disponibilidad de fondos públicos si fuera necesario.

El ejercicio no estuvo exento de críticas, por ejemplo se citó la escasa severidad de las pruebas, que no contemplaron el impacto de la suspensión de pagos de un país de la zona del euro, por lo que no sometieron a tensión los precios de la deuda pública mantenida en las carteras de inversión (el grueso de las carteras de los bancos). Además, las pruebas se centraron en los coeficientes de capital de Nivel 1 vigentes y no en los coeficientes de Nivel 1 básicos que son más exigentes, aunque la diferencia entre estas dos medidas sólo es significativa en algunos países. Pese a estas críticas, el mercado agradeció la mayor transparencia ofrecida por las pruebas, especialmente la coherencia de los datos sobre deuda soberana de la UE mantenida por cada uno de los bancos.

Durante las semanas previas a la publicación de los resultados, las acciones de los bancos evolucionaron mejor que los índices bursátiles generales y los diferenciales de los CDS de la deuda bancaria se estrecharon, anticipando posiblemente un resultado positivo. La reacción inmediata del mercado tras la publicación de los resultados oficiales fue favorable, con una subida del 2% de las acciones de los bancos europeos y un descenso de entre 10 y 15 puntos básicos de los diferenciales de sus CDS en la primera jornada de negociación posterior a la publicación. En las semanas siguientes, continuó la subida de las acciones bancarias y el estrechamiento de los diferenciales de los CDS, aunque el efecto de las pruebas de resistencia no puede distinguirse de la respuesta de los mercados a la actualización del paquete de reformas sobre la liquidez y el capital anunciada por el Comité de Basilea. Además, una serie de bancos publicaron resultados positivos durante este periodo. El acceso de los mayores bancos a la financiación en los mercados al parecer mejoró tras la publicación. En consonancia, ha aumentado la emisión de deuda de los bancos europeos, particularmente de los mayores bancos españoles. Sin embargo, evidencias informales sugieren que los bancos de pequeño y mediano tamaño siguen soportando difíciles condiciones de financiación.