El sector financiero
Los bancos y compañías de seguros en países industrializados mejoraron sus resultados durante el año examinado. Al aumento de los beneficios contribuyeron los menores costes, el mejor entorno de inversión crediticia y los vigorosos ingresos del sector minorista. Las mejoras estructurales permitieron registrar también buenos resultados en regiones que venían atravesando por dificultades. Las estrategias para obtener mayor rentabilidad siguieron comprimiendo los diferenciales en los mercados de deuda y la banca de inversión continuó asumiendo riesgos, gracias a las favorables condiciones de financiación. Los fondos de cobertura recibieron grandes entradas de capital, pese a la reducción de rendimientos.
Con todo, el sector financiero está expuesto a notables riesgos macroeconómicos, relacionados con los potenciales efectos de tipos de interés más altos y con los descensos de los precios inmobiliarios y del gasto de los hogares que podrían llevar consigo. La coyuntura actual pone de relieve la importancia de seguir avanzando en el desarrollo de un marco macroprudencial operativo, en especial para identificar vulnerabilidades sistémicas y ajustar las herramientas prudenciales.