La volatilidad mezclada, los mercados no agitados

BIS Quarterly Review  | 
14 de septiembre de 2014

Tras un prolongado periodo de extraordinaria tranquilidad, los mercados financieros asistieron a un repunte de la volatilidad a comienzos de agosto. El apetito por el riesgo disminuyó, conforme las crecientes tensiones geopolíticas se sumaban a nuevas dudas sobre la recuperación económica. Las cotizaciones bursátiles cayeron, especialmente en Europa, los diferenciales de la deuda de alta rentabilidad aumentaron significativamente y los rendimientos de los activos refugio, como los bonos alemanes a corto plazo, se adentraron en terreno negativo. No obstante, los mercados se sobrepusieron rápidamente a las turbulencias. A comienzos de septiembre ya se habían recuperado de sus pérdidas, conforme la inquietud por las tensiones geopolíticas quedaba relegada por la anticipación de los inversores de nuevos estímulos monetarios en la zona del euro.

Tras el episodio de volatilidad a comienzos de agosto, la búsqueda de rentabilidad -un rasgo dominante en los mercados desde mediados de 2012- retomó plena efervescencia. La volatilidad retrocedió a mínimos excepcionales en prácticamente todas las clases de activos y las primas de riesgo permanecieron bajas. Al promover la asunción de riesgos y la búsqueda de la rentabilidad, las políticas monetarias acomodaticias continuaron contribuyendo a un entorno de elevada valoración de los activos y a una volatilidad excepcionalmente baja.