Aspectos más destacados de las estadísticas internacionales del BPI
En el primer trimestre de 2012, y tras su acusada disminución en el trimestre anterior, los activos transfronterizos contabilizados por los bancos declarantes al BPI se elevaron ligeramente. Pese al incremento, el crédito transfronterizo permaneció en niveles significativamente inferiores a los registrados antes de que la crisis financiera mundial se intensificara en 2008. La expansión de los activos transfronterizos se debió principalmente al crecimiento del préstamo concedido a entidades no bancarias, que registró su mayor incremento desde principios de 2011. Por su parte, el crédito transfronterizo interbancario se estabilizó tras la intensa contracción del trimestre anterior. El crédito a bancos de la zona del euro se anotó su mayor incremento de los últimos cuatro años, si bien con diferencias ostensibles entre países.
Los activos transfronterizos frente a residentes en países desarrollados aumentaron ligeramente, en 50 000 millones de dólares (0,2%). Las posiciones frente a la zona del euro y Japón se incrementaron en 104 000 millones de dólares (1,2%) y 84 000 millones de dólares (9,3%) respectivamente, debido casi exclusivamente al crecimiento del mercado interbancario. En cambio, los activos frente a residentes en Estados Unidos y Suiza experimentaron sendas contracciones de 101 000 millones (1,9%) y 51 000 millones de dólares (7,8%), también debido sobre todo a la actividad transfronteriza entre bancos.
Los activos transfronterizos aumentaron también frente a prestatarios de la mayoría de mercados emergentes. El crecimiento total de 86 000 millones de dólares (2,8%) en el préstamo a residentes en economías emergentes se repartió casi por igual entre las posiciones frente a bancos (41 000 millones dedólares o 2,5%) y frente a entidades no bancarias (45 000 millones de dólares o 3,1%). Esta expansión estuvo impulsada por el crédito a Asia-Pacífico en general y a China en particular, con crecimientos menores en América Latina y el Caribe y África y Oriente Medio. Únicamente el crédito transfronterizo a la Europa emergente continuó disminuyendo.