Retrospectiva del año

BIS Annual Economic Report  | 
24 de junio de 2012

En las economías avanzadas, los primeros meses de 2011 parecían augurar el principio de una recuperación autosostenible, pero resultó ser un espejismo. En 2012 parece repetirse el mismo patrón, y las señales tempranas de solidez están desvaneciéndose progresivamente. En ambos ejercicios, se ha materializado un mismo tipo de obstáculos. La crisis puso de manifiesto los débiles cimientos de las finanzas públicas. Con unos presupuestos descompensados, los responsables de las finanzas públicas se han visto obligados a imponer severos recortes, mientras otros sectores de la economía siguen reduciendo su grado de apalancamiento. En la zona del euro, de las tensiones presupuestarias se ha pasado a una crisis de deuda soberana, lo cual ha minado seriamente la confianza de inversores y consumidores tanto en el seno de la unión monetaria como fuera de ella. Las pérdidas sufridas en bonos soberanos han conducido a muchos bancos a racionar el crédito, debilitando aún más la recuperación. Entretanto, la pujante actividad económica en numerosas economías de mercado emergentes ha empezado a perder ímpetu.