Un crecimiento económico resiliente requiere cooperación internacional

Comunicado de prensa  | 
25 de junio de 2017

La expansión económica actual brinda una excelente oportunidad para reforzar la resiliencia de la economía, afirma el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en su 87º Informe Anual publicado hoy. Para ello es preciso aumentar la capacidad de la economía mundial para afrontar perturbaciones y adaptarse a las nuevas tendencias, evitando al mismo tiempo la aparición de desequilibrios.

A escala mundial, esto implica reforzar el enfoque multilateral de las políticas, que ha favorecido el crecimiento económico en los últimos sesenta años. A nivel nacional, es necesario recuperar el espacio de políticas, implementar reformas que fomenten el crecimiento a largo plazo y adoptar medidas para mitigar los costes del ajuste ante cambios fundamentales como los que conllevan la globalización y la innovación tecnológica.

La integración comercial y financiera ha elevado considerablemente los niveles de vida en todo el mundo, aunque sus beneficios no se han repartido de manera equitativa. Los costes del ajuste y los riesgos financieros deben gestionarse con cautela, pero la respuesta no pasa por dar marcha atrás en la integración, defiende el BPI en un capítulo especial de su Informe.

«La globalización, al igual que la tecnología, es un valioso recurso común que ofrece tremendas oportunidades. El reto es conseguir que se perciba como tal, en vez de como un obstáculo, y que dichas oportunidades se hagan realidad», recoge el Informe.

En su informe económico insignia, el BPI examina algunos de los riesgos que amenazan a un crecimiento sostenido: un posible repunte de la inflación, tensiones financieras, endeudamiento y proteccionismo. También analiza la delicada tarea de los bancos centrales para normalizar la política monetaria.

El elevado endeudamiento de los hogares podría lastrar el crecimiento, especialmente ante una subida de las tasas de interés que aumentaría su coste. Los ejercicios de simulación llevados a cabo sugieren que dicha subida podría empujar los coeficientes del servicio de la deuda hasta cotas peligrosas en algunos países. De ahí la importancia de que la normalización de la política monetaria se realice de manera gradual y sostenida, pero también el riesgo de que se acometa demasiado tarde.

El Informe también analiza los cambios de largo plazo en los mercados laborales para comprobar si han mermado la presión sobre los precios. Recomienda vigilar de cerca las condiciones en los mercados laborales tanto mundiales como nacionales, ya que los indicadores puramente nacionales parecen haber perdido parte de su capacidad de predicción.

Los autores del Informe también analizan la desconexión que existe entre la escasa volatilidad en los mercados financieros y la elevada incertidumbre en torno a la política económica, así como los retos que quedan por delante para el ajuste del sector bancario.

También se presentan nuevos estudios que muestran cómo la interacción entre la asignación interna del capital de los bancos y las normas reguladoras puede afectar al funcionamiento del mercado. El análisis también sugiere que los mercados mundiales de financiación en dólares estadounidenses probablemente serán un importante foco de tensión ante cualquier futuro episodio de turbulencia en los mercados financieros.

Los resultados financieros del BPI, publicados también en su Informe Anual, recogen un balance total por valor de 242 200 millones de DEG (329 000 millones de USD) al cierre de marzo de 2017 y un beneficio neto de 827,6 millones de DEG (1 124 millones de USD).


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